EXTRACTOS.

¿Curioso? Lee extractos de las novelas de la saga y convéncete.

PERSONAJES

Fichas y biografías de los personajes de esta emocionante saga espacial.

RAZAS

Conoce a las diferentes especies alienígenas que aparecen en esta obra de ciencia ficción.

RESEÑAS.

Reseñas sobre las diferentes novelas de esta saga literaria.

PERFILES.

Perfiles personales de los personajes clave de la saga.


Feliz día del ¡NO!

En un mundo globalizado donde las cosas suceden porque grandes intereses así lo desean, el ejemplo de como la economía aplastó a Grecia nos llega como un deprimente recordatorio de que no estamos en capacidad individual de decidir nuestro destino. Sin embargo, esto ya había sucedido en el pasado pero con la fuerza de las armas. En los turbulentos años de la Segunda Guerra Mundial, con una Alemania que arrollaba Europa y una Italia que veía con envidia como su mayor aliado equalitario se había transformado en una potencia por su cuenta. Esto porque el Reino Italiano no tenía la capacidad para igualar la maquinaria nazi ni ofrecer las protecciones que ellos así podían entregar.



Conforme el bloque de países orientales que colindaban con la Unión Soviética se pasaban al bando Nazi, Italia perdía poder en el ámbito Europeo. Así que corroído por la envidia, el dictador Benito Mussolini decidió hacer una muestra de fuerza con el único estado Europeo semi-independiente que se encontraba a su alcance, Grecia. Su primer ministro, Ioannis Metaxas, era un ex-militar admirador de los gobiernos fuertes que había modelado a los helenos de acuerdo a la admiración que sentía por el dictador de la bota. No solamente esto, Grecia se encontraba bajo la esfera de influencia Nazi. Pero a Mussolini no le importó esto, el quería la gloria de una conquista, así que mientras sus fuerzas avanzaban en África del Norte este se preparó para una toma de poder en Grecia.



Tal como los formalismos lo indican, a las 3:00 am. del 28 de octubre de 1940, el embajador de Italia en Grecia Emanuele Grazzi entregó un ultimátum formal al Primer Ministro Metaxas, en donde Italia solicitaba la ocupación de "diferentes puntos de interés militar" en el país en las próximas 24 horas o serían ocupados por la fuerza. Con tan vaga misiva resultaba obvio la toma de poder, así que Metaxas respondió "Alors c'est la guerre" (Entonces será la guerra). Sin embargo, el pueblo griego al enterarse de hecho en la mañana salió masivamente a las calles y gritó a voz viva ¡Ohi! (¡No!)

Grecia gozó las mieles del triunfo los siguientes meses de la Guerra Greco-Italiana, para luego ser ocupada por la bota nazi durante cuatro años. Sin embargo, al igual que con el 5 de mayo, el 28 de octubre se transformó en una fecha de celebración popular, porque en ese día el pequeño país heleno dijo que no iba a permitir que su soberanía fuese arrollada de forma tan descarada. Esperemos que en algún momento podamos también decir no a las injusticias que nos rodean. Mientras tanto, en honor al 75 aniversario de este evento, feliz día del ¡NO! para todos.

El bombardeo de Mainila

Las ideas son más poderosas que las armas. Si no permitimos a nuestros enemigos portar armas, ¿por qué deberíamos permitirles tener ideas?
Joseph Stalin.

Los chacales del 39

Corrían los primeros meses de la que sería la última gran guerra de la humanidad (Dios mediante que en verdad permanezca como la última), así como los últimos días del año 1939. La Segunda República de Polonia, el comodín de contención entre el Centro de Europa y la Rusia; había desaparecido en el transcurso del mes de setiembre; vaporizado por los firmantes Pacto de No Agresión entre la Alemania Nazi y la Unión Soviética. Un documento impío y blasfemo para la conveniencia de dos dictadores criminales y genocidas; este garantizo mano libre para que ambos se pudieran encargar de sus enemigos inmediatos.


Una vez que pudo controlar a los Países Bálticos (Letonia, Estonia y Lituania), Joseph Stalin volvió su vista de águila hacia un detalle geográfico relativamente interesante. La capital espiritual del comunismo, la ciudad con el nombre del visionario líder, la ciudad de Leningrado (ahora San Petersburgo) se encontraba a escasos kilómetros de la frontera de Finlandia. Lamentablemente para este pequeño y democrático país en el interior de la península escandinava, su conservador y blanco gobierno provocaba las sospechas enfermas del dictador comunista. Aunque neutral por el momento, la nación dependía de una constante provisión de granos, que debían adquirir o del Reich Alemán o de la cuenca del Donetz en la Unión Soviética. De esta forma, su blanco gobierno podría transferir sus fidelidades al cabo de Berlín, lo que pondría en peligro la ciudad cuna de la Revolución de Octubre y lo ponía en desventaja.

La conspiración

Por primera vez en mucho tiempo, Stalin decidió sentarse a negociar, en lugar de abalanzarse sobre su presa. Las exigencias eran fuertes; la desocupación de veinticinco kilómetros desde la frontera sobre Leningrado a cambio de una porción de territorio en la Península de Carelia, la ocupación de la península de Hanko por treinta años y la garantía por medio de que se desmilitarizaría esta área de territorio. A la luz de los acontecimientos en el verano de 1941, la preocupación del líder comunista tenía mucho sentido. Pero al calor del momento el gobierno finés se negó tajantemente ante las exigencias. La guerra comenzó a rodear con sus fríos dedos el ambiente en la península escandinava.

Con el cinismo que lo caracterizaba, el líder soviético no quiso parecer el agresor ante la historia. Imitando a la Alemania Nazi, el 26 de noviembre de 1939, el Ejército Rojo bombardea la pequeña villa rusa de Mainila, al norte de Leningrado. Se hicieron siete disparos, que fueron detectados desde los puestos de artillería finlandesa. Estos detonaron a 800 metros en el interior del territorio soviético. Aunque Finlandia propuso traer una comisión independiente de la Liga de Naciones, la Unión Soviética, desconsolado por la agresión en su contra, declara la guerra en contra de la nación de Finlandia, a la cual espera derrotar en poco tiempo. La Guerra de Invierno comienza de esta forma.


Consecuencias inesperadas

¿Por qué es tan importante este episodio y esta guerra en la historia del planeta? Aunque olvidada por el público, la Guerra de Invierno es importante por dos razones. La primera es que, debido a las purgas de las cúpulas militares, la actuación de las tropas soviéticas en esta contienda de cuatro meses rayó en lo ridículo. Un eficiente y motivado ejército fines, flexible y acostumbrado a su territorio, humilló al considerado en ese momento el más poderoso ejército del mundo. Con más de trescientas mil bajas en el conflicto, la mayoría más por descuido de sus propios oficiales que por la misma contienda, el desempeño soviético llama la atención del Führer, que toma nota de su debilidad para un momento futuro. 


Este lamentable episodio provoca que el 22 de junio de 1941 la Alemania Nazi lance los dados e invada la Unión Soviética para acabar con su enemigo ideológico de una vez y para siempre. Pero tal como suceden las cosas con quien invade Rusia, los rusos son muy tercos y el invierno es muy frío. Con el tiempo los soviéticos, a pesar de todo su sufrimiento regresan sobre sus pasos y destruyen al Tercer Reich en colaboración con Estados Unidos y Gran Bretaña. Este evento define el mapa del mundo por los siguientes cincuenta años y es el origen de la situación que vivimos en esos tiempos.


En 1994, Boris Yeltsin en calidad de presidente de la Federación Rusa denuncia este lamentable evento como una guerra de agresión, con lo que acaban finalmente años de incertidumbre de este terrible malentendido. Pero este llega un poco tarde, porque una nación pacífica tuvo que pagar con dos guerras, casi cien mil muertos y con la perdida de un quince por ciento de su territorio, la República de Finlandia pagó un alto precio por su libertad. Lo peor del caso es que este fue olvidado por el mundo, salvo para algunos curiosos que gustan de observar la historia con otros ojos.


La Larga Marcha; un viaje que definió a China como una Nación.

Cuando se llegó a un consenso durante los dos años que duro la firma del Tratado de Westfalia; ninguno de sus garantes jamás comprendió la magnitud y el alcance que tendría este para el futuro. Porque el final de la Guerra de las Treinta Años no sólo marcó el fin de las Guerras Religiosas que dividieron Europa por siglo y medio; conformaron el modelo actual que define a un estado. Para que un estado exista debe cumplir con una serie de requisitos básicos; debe poseer una ley orgánica, sus individuos le deben fidelidad al Estado por encima de todas las cosas y el Estado debe poseer el monopolio de la violencia. Cuando algunos puntos de esta ecuación el estado falla. Para estos momentos numerosas naciones han fallado por la ausencia de alguno de estos requisitos. Pero muchas veces los pueblos no poseen la capacidad o el deseo de dar el paso para transformarse en un Estado. Esto trajo gran sufrimiento a estas naciones, en especial para la China del siglo XIX y principios del siglo XX.


La razón detrás del fallo es realmente compleja. Como lo mencioné en el artículo de la era de los Señores de la Guerra, luego de la caída de la dinastia Qing; el pueblo Chino entró en un proceso convulso para tratar de decidir la forma en que se iba a gobernar. Pero debido a la muerte repentina de Sun Yat-Sen todo el aparato simplemente se disolvió en numerosos estados gobernados por Señores de la Guerra. Divididos en dos áreas de influencia, en algún momento de su historia China tuvo tres capitales simultaneas. Pero como el ave fénix, uno de los protegidos de Sun; Chiang-kai Shek logró unificar a todo el país luego del final de la Expedición del Norte. Pero la verdad es que muchos de los señores de la guerra todavía seguían operativos, los terratenientes dominaban el país y la corrupción era rampante. Como la rama socialista del Kuomintang no estaba de acuerdo con el ritmo de las reformas, Chiang consideró que su dominio era amenazado, así que cuando se vio libre de manos decidió de una buena vez y para siempre deshacerse de ellos.

Introducción


¡Un momento! Vamos a recapitular un poco. Durante la mayor parte de su vida, Sun Yat-Sen tuvo que luchar por el reconocimiento de su causa; uno de los pocos países que reconoció sus esfuerzos fue la Unión Soviética, la cual apenas estaba naciendo de las cenizas de la Guerra Civil Rusa. Con mucho gusto Lenin prestó a sus asesores y permitió que el núcleo militar del Kuomintang se entrenara en las tácticas del Ejército Rojo con una única condición; que permitieran la existencia del Partido Comunista Chino. Como esto violaba los tres principios de Sun Yat-Sen (nacionalismo, democracia y bienestar del pueblo chino) se llegó a un compromiso donde el partido tendría permiso de operar dentro de las estructuras políticas del Kuomintang. Así para 1927, con Sun Yat-sen muerto a Chiang-kai Shek no le pareció correcto compartir el poder con una organización tan peligrosa y subversiva. Como todo buen dictador que ocupa un chivo expiatorio decidió golpear primero y el 12 de abril comenzó la purga de comunista del partido. De un plumazo Chiang le dio la espalda a la Unión Soviética, se puso a los rojos en su contra y consiguió el poder total sobre su partido. La Guerra Civil China había comenzado.

Al principio los comunistas no supieron como aprovechar sus fortalezas, así que durante los primeros años pasaron por grandes problemas y privaciones para enfrentar al ejército de Chiang, entrenado por alemanes y de última tecnología. Las derrotas sucesivas limpiaron las cúpulas del partido y le permitieron a dos jóvenes carismáticos acercarse al poder, un burgués lanzado a revolucionario conocido como Zhou En Lai y un asistente de bibliotecario convertido en un reformista agrario, Mao Zedong. En conjunto ambos lograron establecer un Soviet en el centro de China (en la región de Jiangxi), donde llevaron a cabo una guerra de guerrillas sumamente exitosa, tanto que llamó la atención de Chiang con la intención de destruirlos.

Chiang decidió acabar con la molesta guerrilla con una campaña de cerco conjunto para atrapar a las fuerzas escurridizas y concentrarlas en un punto para su destrucción. Cuatro campañas vinieron, cuatro se fueron (todas un total fracaso debido a la incapacidad de que las fuerzas del KMT pudiesen adentrarse en el territorio, que pudiese interactuar con los señores de la Guerra Aliados o simplemente factores externos como la invasión japonesa de Manchuria). En fin, a pesar del éxito de los comunistas, la facción más soviética de los comunistas le dieron un golpe a Mao Zedong para alejarlo del poder. Pero a pesar de lo que parece, Chiang no era un estúpido. Sabía que para derrotar a los comunistas debía arrinconarlos por medio de tácticas conocidas (construir fortalezas en el territorio enemigo, cruzar el campo con alambre de púas, conseguir transportación rápida y mantener reservas para un contraataque). Finalmente, la Quinta Campaña de Encierro tuvo un éxito sin precedentes y arrinconó a los comunistas en el interior de su soviet.

Para el 10 de octubre, con sólo unas cuantas locaciones a su haber, la red de espías de Zhou En Lai se enteró de que el ejército de la KMT iba a dar su última estocada al soviet de Jiangxi. Advertido por esto, el 14 de octubre se reunió el Soviet y se decidió que la mejor opción sería escapar al encierro. Con la intención de reunirse con los demás ejércitos rojos, la Larga Marcha dio inicio el 16 de octubre de 1934 bajo el amparo de un gran secreto. En total, unos 60 mil efectivos partieron de la ciudad de Yudu al amparo del mayor secreto, mientras 20 mil efectivos se quedarían en la ciudad de Riuijin para llevar a cabo una labor defensiva de contención. Cuando finalmente cae la ciudad el 20 de noviembre, el lider comunista Qu Qiubai y el hermano de Mao, Mao Zetan son ejecutados y expuestos por las fuerzas nacionalistas; pero el daño estaba hecho. Para cuando el KMT se percata de que la principal fuerza comunista se les han escapado ya es demasiado tarde.

Escape de Jiangxi


El primer objetivo de la columna comunista era escapar del encierro que le impusieron los efectivos del KMT. Para la fortuna de los comunistas, estos pudieron identificar un área en el bloqueo comandada por unidades de el señor de la guerra Chen Jitang. Bajo la acción de cobertura de Fang Zhimin (cuyas fuerzas quedaron destruidas al chocar con las fuerzas del KMT), Como era probable que el prefiriera preservar sus fuerzas antes de luchar, Zhou en Lai llegó a un acuerdo y los comunistas pasaron muy cómodamente a través de los controles bajo su comando, casi sin ser molestados. El Ejército Rojo cruzó el río Xingfeng, y atravesaron las provincias de Guandong y Hunan hasta alcanzar las fortificaciones del rio Xiang. Pero ya puestos sobre aviso, las fuerzas nacionalistas alcanzaron a los comunistas y entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre les infligieron una grave derrota militar que redujo sus efectivos militares y su moral. A pesar de que Zhou en Lai mantuvo la calma (eufemismo usado a menudo por los victoriosos para darse importancia a posteriori ante las situaciones desesperadas), el liderazgo comunista se vio sacudido, lo que a la larga brindaría la oportunidad para un cambio de liderazgo.

Estableciendo la ruta de escape


Después de la vapuleada recibida, los lideres comunistas sabían que Chiang vendría tras ellos, lo que arruinaba los planes de unirse con los restantes ejércitos comunistas que operaban en China. Aunque los líderes militares de la expedición favorecían quedarse en Hunan para contactarse con el Ejército Rojo que operaba en el área; Mao le sugirió a Zhou que en su lugar se dirigieran a la región de Gizhou, donde se esperaba que las fuerzas del KMT fuesen menores. Como la suerte recompensa a los atrevidos, los comunistas capturaron Zunyi en el oeste de la región de Gizhou el 15 de enero de 1935, ante la poca resistencia de los efectivos del KMT. En la Conferencia de Zunyi llevada a cabo entre el 15 y el 17 de enero todo el Politburo sufrió un cambio de estructura. Sólo Zhou en Lai sobrevivió la purga sucedida durante la conferencia, y aunque no consiguió el poder de inmediato, Mao Zedong logró convertirse en el asesor de Zhou para el resto de la campaña, uniendo su nombre al éxito o fracaso del movimiento. Pero lo que estaba claro era una cosa, su mejor oportunidad residía en el Norte.

Escape hacia el Norte


Durante los siguientes seis meses los efectivos comunistas llevaron una campaña de confusión y desorientación mientras continuaban su movimiento hacia el Norte. Uno de los objetivos principales de este movimiento era encontrarse con el Cuarto Ejército Rojo que operaba en la provincia de Henan. Para esto, ante la vista de la KMT, el Ejercito Rojo se dirigió hacia el Oeste y el Sur sobre las provincias de Guizhou, Sichuan, and Yunnan; mientras distraían a las fuerzas de Chiang. Solo es hasta que logran cruzar el río Yang-tze que sus persecutores pierden el rastro, pero los comunistas deben enfrentar altos pasos montañosos, donde ocurre la batalla del puente Luding uno de los eventos de propaganda más significativos de los comunistas en las siguientes décadas. Ya sobre territorio de los señores de la guerra, los comunistas tuvieron un paso más tranquilo (aunque siempre hostigados) debido al deseo de los Señores de la Guerra de las zonas donde pasaban de no usar sus fuerzas para enfrentarlos.

La Reunión de los Tres Ejércitos y el final de la marcha.


Para Junio-Julio de 1934 los comunistas logran alcanzar las inmediaciones de Henan, y logran reunirse con el Cuarto Ejercito Rojo de Zhang Guotao. Esto provoco un problema político inesperado, porque Zhang poseía mucha mayor fuerza militar, lo que le daba una palanca para la toma de decisiones y el liderazgo del partido. Sin embargo, Zhang y Mao discrepaban sobre los movimientos que debían tomar a continuación, Zhang quería dirigirse hacia el Suroeste mientras Mao deseaba continuar hacia el norte, hacia Shaaxi. La discrepancia dividió ambos ejércitos, donde el Cuarto Ejército fue destruido por los esfuerzos combinados de Chiang y el Clique Ma (de ascendencia islàmica) y cuyos restos se incorporarían más tarde al Primer Ejército en su destino final.

Luego de su propio enfrentamiento con el Clique Ma, el Primer Ejército llegó a Shaanxi en Octubre de 1935. De los más de 80 mil hombres que comenzaron la peregrinación solo llegaron 10 mil, 7 mil de ellos pertenecían al ejército original que partió un año antes. Los restos del Cuarto Ejército se reunieron para final de año junto con el Segundo Ejército en 1936; que dirigido por He Long, que operaba en la provincia de Hubei inicio su propia marcha en dirección al Norte en Noviembre de 1935 a través de los macizos tibetanos. 

Consecuencias


Es difícil prever las consecuencias totales de la Larga Marcha en términos de éxito o fracaso, pero varias cosas quedaron muy claras. La primera es que el Partido Comunista Chino había sobrevivido uno de los momentos más adversos de su historia y en la remota provincia de Shaanxi podrían restablecer sus fuerzas fuera del círculo hostil del Kuomingtan. Lo siguiente que quedó claro es que todo el liderazgo del partido comunista chino cambió durante la marcha, lo que solidificó el poder de Zhou En Lai y trajo al siempre controversial Mao Zedong a las primeras filas de la notoriedad. Esto le permitiría al Canciller Mao iniciar la carrera política que lo transformaría en el futuro en la figura más importante de China durante las siguientes décadas.

A pesar de los alegatos comunistas, lo que salvó su causa fue la necesidad del KMT de formar un frente común para detener a un enemigo común, los japoneses. Encargados de hacerle frente a los odiados nipones en el Norte, el Partido Comunista tuvo un relativo éxito ganando el corazón de los agricultores y formando el núcleo de un inmenso ejército. Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial la guerra entre el KMT y la CCP se reinició a todo lo largo y ancho en un territorio que ninguno de los dos preveía, Manchuria. Allí quedo destruido el espinazo militar de la KMT, que en menos de un año vio derrumbarse su posición en toda China y para 1949 simplemente tuvieron que salir huyendo a Taiwan. Con el establecimiento de la República Popular China, Mao instauró el partido, tomo el poder y de paso logró transformar a China en un estado en el sentido moderno.


Lo importante de la Larga Marcha fue lo que sucedió después. Sin detenerse en explicaciones de Guerra Fría, Teoría de Domino y la política de acercamiento; China tuvo un antes y un despuès. Antes de 1949, a pesar de todos los esfuerzos del KMT, China era un pueblo que no poseía un estado, sino que era una distribución de fuerzas regionales muy diversas que estaban reunidas de nombre bajo una sola fuerza que ni siquiera tenía el control de toda la fuerza armada a su mando. Después de 1949, China se transformó en un estado Westphalia en todo el sentido de la palabra, con un conjunto de leyes, un partido político con miembros que habían sobrevivido a la Larga Marcha fiel a su causa comunista y un indisputable control de la violencia. La razón de que los comunistas sobrevivieran es lo que nos tiene ahora en este momento contemplando a China como un gigante, esto jamás habría sucedido si estos valientes hombres hubiesen tomado la decisión de correr para vivir otro día, dando inicio a un evento que cambio al mundo.