Extracto: La Independencia del Reino Irezumi

Existen eventos más grandes que la vida misma, que definen la forma de ser de las naciones. Aunque pasan desapercibidos durante su tiempo, al volver sobre ellos son recordados con orgullo por las personas que viven en las naciones. En este caso, pongo a disposición el extracto de la declaración de independencia del Reino Irezumi, a disposición en la obra La Batalla del Nodo 350 a la venta en Kindle. Espero lo disfruten, feliz lectura!

La semana correspondiente al 3.15.715 fue marcada por muchos de los representantes en sus diferentes agendas. Para los humanos, dentro de la enorme Cámara de Consejo la Alianza, la agenda se respetó debido a que era el 715 desde el establecimiento de su sociedad sobre las colonias abandonadas y mundos terraformados por los Homo superioris en el sector 446. La sesión de la mañana comenzó con una revisión de varios proyectos comerciales, pero los miembros de las veinticinco sociedades integrantes no ponían atención a esos detalles ínfimos. Después de todo, no era común recibir a un gobernante para que hablara en el recinto de la Alianza Unida de Planetas, menos si esta era la reina de las irezumis.
Todos conocían de antemano la importancia de esta presentación. Esta raza de pleno se opuso a las medidas extraordinarias solicitadas por el nuevo líder de la cámara, el secretarioSssnghar de Pirse. Estas medidas no ocultaban el deseo inherente de los pirse de dominar el sector, secundados por los poderes grandes, tales como los orelianos y los forarms. Muchas cosas tendrían que sacrificarse al aceptar el documento, pero las opciones eran desalentadoras, porque quien se declarase en contra de las medidas sería un renegado, se perseguiría con toda la fuerza de la organización y su territorio, muy probablemente, se distribuiría entre los últimos representantes. Con el apoyo de semejante palanca, parecía suicida intentar oponerse a las medidas.
Existía un gobierno, un órgano, un estado al que los grandes, los interesados en el proyecto, tenían miedo. Las irezumis, antiguas esclavas de los orelianos, liberadas dentro del seno de la federación para servir como soldados fieles de la entidad eran a quien todos más temían. Con menos de cien años de libertad e independencia, las guerreras de dicha raza habían mostrado, a través de numerosos hechos de armas, eran una fuerza impresionante, de tomar en cuenta. Para nadie era un secreto su reacción negativa ante el paquete de medidas, por oponerse a votar y retirarse como raza de la sesión del consejo durante la cual se aprobaron.
Sin embargo, la lógica resultaba abrumadora para este caso. Aunque sus fuerzas armadas eran temibles, las irezumisposeían una tasa de población mucho menor a los últimos representantes de la Alianza. Con un registro de cinco mil millones de habitantes de manera oficial, no existía forma de que ellas pudiesen aguantar por mucho el ataque de los grandes poderes de la Alianza si se negaban. La circunstancia innegablemente se encontraba en su contra, y como pueblo pragmático, ellas debían tomar la dolorosa decisión de volver a doblar su cabeza y retornar al yugo de los opresores si desean sobrevivir.
Las irezumis habían mandado señales ambiguas acerca de su escogencia durante el mes desde la aprobación de las medidas. Por un lado, la Flota Irezumi y las demás tropas pertenecientes a dicha raza habían pasado a un estado de alerta general. La anulación de los permisos, la reestructuración del comando, las guardias estrictas y la puesta en alerta de su completa rama militar en el sector indicaban que algo se estaba gestando entre sus filas. Aunque imitaba otros poderes habían hecho antes de aceptarlas, era un procedimiento muy agresivo de su parte.
Por otro lado, ellas habían mostrado franqueza y amabilidad en las conversaciones para que aceptaran las medidas. Aunque no se caracterizaban por amar la paz, ellas usaron los canales orelianos para definir los parámetros bajo los cuales aceptarían las imposiciones de la Alianza. Durante las siguientes semanas, comunicados iban y venían, a fin de evitar un escalamiento de las acciones, así como conseguir que un grupo de poder militar impresionante aplicara las directrices.
Ese día los representantes no conocían el trasfondo o el estado de las negociaciones. Era evidente que quienes pertenecían al área de influencia de Orelia poseían información sobre el avance de la negociación, pues mostraban más nervios que sus contrapartes. Sin embargo, tal como toda la asamblea en pleno, esperaron con paciencia a que fuera la hora de la presentación de la gobernante, la líder de las irezumis.
Tal como habían sido entrenadas, las irezumis se presentaron puntualmente. Seguida por su séquito, la reina saludó con reverencia a toda la congregación desde su puerta de ingreso. Ellos observaron cómo avanzaba en silencio hacia el micrófono de foro presente para los invitados a la sala. Vestida con la regalía que su trono le proveía, con un traje de alambre color lavanda con marcas verdes, la pequeña mujer tardó un momento en ajustar el aparato de comunicación a su estatura. Luego de observar el salón, hizo una leve reverencia ante el público y comenzó:
“Concejales, miembros integrantes de la alianza, público general… en nombre del pueblo irezumi, agradezco mucho el tiempo que se han dignado a prestarme para hablar en este foro sobre el problema que nos concierne”.
“Todos saben quienes somos. Por años, nuestro servicio ha sido como leales soldados, sea para nuestros antiguos maestros orelianos, sea para la Alianza. Por años, millones de congéneres  han brindado su vida, su sangre y su lucha, para conservar el equilibrio dentro de este sector en el que todos vivimos. Mis antepasadas participaron en cientos de guerras, yo he presenciado la muerte de millones de hermanas, que lucharon con orgullo para proteger la honra, el honor y la gloria de nuestro pueblo, así como servir a quienes han confiado en nuestro servicio”.
“¿Por qué, preguntó, habríamos de ser consideradas enemigas? ¿Por qué habríamos de ser tratadas como simples trapos sucios, peones de la política que tanto odiamos y detestamos? ¿Bajo qué concepto, nosotras como pueblo, permitiríamos conscientemente que se nos arrebaten derechos, fruto de la sangre de nuestras hermanas?”
“El documento presentado por el supremo comisionado Sssnghar pretende, entre otras cosas, robarnos nuestra identidad, desvalijar nuestra flota, la cual ha defendido con honor a toda la Alianza en el pasado, someternos a la abyecta indiferencia del tiempo. A pesar de los esfuerzos nobles de nuestros maestros orelianos, todavía existen puntos que no podemos tolerar, mucho menos aceptar, que se nos sean impuestos, sin importar las circunstancias a favor o en contra que los provocan”.


“Lamentablemente… dado que este documento sucio ha nacido en el seno de este organismo… las irezumis ya no sentimos que seamos reconocidas o representadas por medio de este foro para el intercambio de las naciones. De esta forma, conforme a los estatutos presentes de la Carta de la Alianza, hago valer el derecho de nuestra nación. A partir de este momento renunciamos de forma permanente e irrevocable a nuestra representación en el foro. Sea que lo deseen o no, estamos por nuestra cuenta”.
“A todas las irezumis que escuchan mi voz, esta es mi orden final como miembro de la Alianza Unida de Planetas, vuelvan a casa. Para los representantes en esta sala, no tomaremos medidas en su contra. Pero, si por alguna razón, presionan nuestros intereses, invaden nuestro territorio o pretenden ponernos en peligro, cualquiera de estas provocaciones, será considerada un acto de guerra en nuestra contra; que se responderá de forma tácita e inmediata”.
“¡Qué pasen una buena tarde!”
El consejo en pleno enmudeció al escuchar las palabras rápidas y punzantes de la misma reina de las irezumis. Luego de hacer una elegante reverencia, ella se unió a su séquito y se retiró. Al mismo tiempo, sus representantes en el foro se levantaron en pleno, avanzando hacia la salida. Confundidos por la reacción, el ambiente de la sala se llenó de aplausos y silbidos, elogiaron o criticaron la acción que había, oficialmente terminado con la integridad y estabilidad de la Alianza para siempre.

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