“La realidad política del Dominio For’Arms es compleja, en el mejor de los casos y no existe una mejor palabra para expresarla. El Dominio no funciona como una democracia. Funciona como un servicio militar dirigido por oficiales, secundado por un servicio civil que sirve de garantía del establecimiento militar. De esta forma; el territorio del Dominio se divide en cuadrantes, que son asignados a dominadores de acuerdo a criterios mixtos. A veces es por derecho, por rango o por premio a su desempeño. A veces es por conveniencia política”.
Teniente Coronel Lanzarote de Tollemanche, Tora V.
Luego de que desaparecieron los Homo superioris del sector 446, los forarms quedaron desamparados en los planetas que esta raza le había permitido existir. La desaparición misteriosa de esta raza provoco una gran incertidumbre en sus antiguos siervos. Atrás había quedado la tecnología que sus maestros usaban para trabajar, para mantenerlos cautivos y para controlarlos. Pero sus maestros tomaron precauciones para evitar que se desarrollaran por su cuenta. Ubicados en diferentes mundos o en el espacio, separados y desparramados por todo el sector, pocos esperaban que la raza sobreviviera más allá de las siguientes generaciones.
Con el tiempo un fenómeno extraño comenzó a producirse. Lo que la mayoría considera una adaptación genética, permitió que algunos entre los forarms comenzaron a desarrollarse por encima de sus congéneres. Visiblemente diferentes a la mayoría, comenzaron a entender el motivo y la forma de todo lo que lo rodeaba. En poco tiempo ellos tuvieron capacidad de manejar la tecnología dejada por sus antiguos maestros y debido a esto sus contrapartes menos avanzadas los consideran dignos de liderar en su sociedad. Son llamados H'Rsustig, que traducido al castellano se puede interpretar como Dominador.
Durante los primeros siglos, los dominadores encontraron retos que no esperaron que los aguardaban en el espacio. En primer lugar comenzaron a encontrar otras razas, los kumpala y los orelianos. En segundo lugar se comenzaron a encontrar entre sí. Al principio, el razonamiento de cada uno de estos dominadores era ser el único que controlaba todo su entorno. Esto provocó una gran miseria y caos en la sociedad durante los primeros siglos de su exploración espacial.
Finalmente, al encontrar que pertenecían a la misma raza, todos llevaron a cabo una reunión entre ellos para saber que debía hacerse. La reunión terminó en una gresca horripilante, que mató a la mitad de los presentes. Los sobrevivientes, impactados por todo el caos y la barbarie desatada, decidieron que el ganador de la lucha se transformaría en el nuevo dominador; y se conformó por primera vez el Consejo que lo respaldaría. Este fue nombrado Reex, en honor al planeta donde por primera vez se llevó a cabo esta reunión.
El Dominio For'Arms se compone de 199 cuadrantes, que son ocupados por sus respectivos dominadores. Cada uno de ellos tiene la responsabilidad de proveer con materiales, personal y hombres a la maquinaria del Dominio en el momento de ser llamado. Cada uno de ellos está en posición de llamar a sus reservas militares para enfrentar las amenazas que los asolan, y tienen como obligación brindar sus contingentes militares al Dominador de toda la raza en el momento en que este lo llame. Cuando este muere, todos ellos se reúnen y eligen (de forma violenta) a su sustituto. Debido a que en muchas de estas disputas no se solucionan de forma pacífica, los vencidos se reintegran al Reex con rencor a sus enemigos. Eso provoca un gran roce entre los diferentes integrantes de esta organización, a veces por varias decenas de años.
Lamentablemente, esta unidad política ha sufrido mucho durante los últimos tiempos. Debido a la paz existente entre la República de Orelia y el Dominio For'Arms, los dominadores se han tornado más complacientes, interesados en componendas políticas más que en asistencia militar o práctica. Por esta razón han sufrido al inicio de la Guerra del Borde Interno, porque un homogéneo y ordenado Reino Irezumi ha lanzado el primer golpe en su contra. El tiempo dirá como se desarrollará la guerra al futuro.
No soy muy dado a las sagas, sin embargo, esta tuya tiene muy buena "pinta" y en cuanto tenga el tiempo y la tranquilidad suficiente, me liaré con ella. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Frank! No te vas a arrepentir. Mi forma de relato como lo dijo Yunnuen Glez es como una clase de crónica del transcurrir de este episodio. Espero que te guste. Y muchas gracias por el apoyo.
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